PERITOS VETERINARIOS IMPRESCINDIBLES EN EL SIGLO XXI
Comencé mis experiencias con el peritaje al apuntarme a un
curso en el colegio de veterinarios de Zaragoza, me parecía muy interesante
este campo ya que mi hermana y mi cuñado médicos de profesión habían cursado
tres años de ``valoración del daño corporal´´ en Valladolid y ejercían de
peritos médicos en numerosos juicios, tomando desde entonces esta actividad
como la base de su trabajo y por lo tanto de sus ingresos.
Yo me dedicaba y lo sigo haciendo a la clínica de pequeños
animales, pero pensé que sería un buen complemento esto de actuar como perito.
El contenido del curso me pareció fascinante y tuve la
suerte de contar con buenos ponentes que avivaron aun mas mi decisión de seguir
con el tema, tal es así que junto con otros compañeros asistentes de toda
España y pese a alguna que otra oposición minoritaria tomamos la decisión de
fundar La Asociación Española
de Peritos Veterinarios de la cual fui presidente , un proyecto que realizamos
con mucha ilusión y trabajo, pero que después de unos cuantos años y ante la
falta de la figura titulada del perito veterinario, la escasa participación y
porqué no decirlo desinterés del colectivo veterinario, decidimos disolver la
asociación.
Sigo peritando por los juzgados siempre que me necesitan y
para mi es una de las facetas de mi profesión que mas me llena y la considero
de futuro a poco que insistamos en su profesionalización mediante la
acreditación del titulo que nos iguale con otras titulaciones que así lo hacen.
A pesar de que según la Ley cualquier experto en un tema concreto puede
ejercer de perito en un juicio para ayudar técnicamente a la resolución de un
pleito, seria conveniente que en el caso de nuestra profesión ( no voy a entrar
en otras disciplinas) la figura del perito veterinario fuese una especialidad
propia, que hubiese cursos de especialización ó que incluso saliesen desde la
facultad veterinarios preparados para moverse en este tipo de trabajo, por otra
parte apasionante y de gran importancia para una Sociedad ávida de que de un modo u otro le
resuelvan sus litigios con la mayor celeridad y profesionalidad posible.
Dentro del campo del peritaje veterinario hay muchas
posibles subespecializaciones, tantas como queramos que nuestros conocimientos
sean propios de un especialista o de un generalista, podemos saber mucho de la
especie porcina, o porque no del tema bromatológico, incluso afinando mas, de
traumatología canina…pero hay unos temas comunes, independientes de nuestros
conocimientos veterinarios e imprescindibles para no hacer el ridículo al
pretender ejercer esta ``profesión´´ : Tener conocimientos de cómo realizar un informe judicial y saber
moverse dentro de los Juzgados.Esto puede parecer una obviedad, pero para
mi es fundamental para no desperdiciar el tiempo y el dinero invertido en
nuestra formación técnica veterinaria.
Actualmente la mayoría de los veterinarios cuando son
llamados por un Juzgado para ejercer de peritos rechazan la propuesta por el
miedo escénico que supone estar delante de abogados y jueces en un papel que no
consideran suyo, a pesar de que su ayuda
puede ser fundamental para esclarecer un caso y por lo tanto que el Juez
imparta la tan anhelada justicia, por no hablar de la importante y no menos
justa cuantía económica que pueden dejar
de percibir por no realizar el trabajo de un especialista.
Todo lo dicho anteriormente no supone mas que una
reivindicación para que la figura del
Perito Veterinario se profesionalice y nuestro Consejo General junto con los Colegios,
luchen por ello con la clase política y algún día de algún año de posiblemente
este siglo seamos considerados legal y socialmente PERITOS VETERINARIOS
TITULADOS.
Nacho Sáenz Baquerín
Veterinario especialista en peritaje veterinario.