Hemos perdido la oportunidad de demostrar que los científicos españoles, entre los que se encuentran los veterinarios y los médicos, están a la cabeza de la investigación mundial, de que los técnicos y no los políticos son los encargados y los responsables de una buena gestión en el campo de la salud, de mostrar al mundo entero como se planifica una prevención sanitaria , una cuarentena y una investigación, de como enseñar a los que nos vigilan con desconfianza la correcta actuación, la profesionalidad y la experiencia que se nos presupone en situaciones de riesgo sanitario, del que además y con toda probabilidad podríamos haber sacado conclusiones que reportasen información valiosa para luchar contra una enfermedad como el ébola, no olvidemos que en el conocimiento está el poder de solucionar los problemas y que la ignorancia por el contrario es la cualidad mas atrevida y peligrosa que puede llevar al desastre cualquier propósito y por lo visto hasta ahora la ignorancia es la cualidad que atesoran los responsables de la situación que estamos viviendo en España.
Esa oportunidad se ha esfumado con la improvisación, con el desconocimiento, con la prepotencia y por si fuera poco con el sacrificio injustificado de un ser que tal vez nos hubiera dado alguna clave para luchar con fundamentos y sentido común frente a una enfermedad que en estos momentos y debido a nuestros dirigentes políticos supone una justificada alarma social y ojalá que no vaya mas allá y perdamos no solo oportunidades sino nuestra propia vida.
